El dodge&burn es una técnica para retocar todo tipo de fotografías, especialmente los retratos. No es difícil, y lo digo en serio. Lo complicado es saber cómo y cuándo aplicarlo. Voy a dedicar unos cuántos artículos para que todos sepamos en qué consiste. Y con mucha experiencia llegaremos a aprender a hacerlo.
Lo primero es encontrar una palabra o expresión en español para hablar de esta técnica. Creo que es innecesaria la forma anglosajona. Desgraciadamente se ha impuesto y será difícil sustituirla, pero al menos voy a intentarlo. Creo que lo ideal sería hablar de reservas y quemados, igual que con la fotografía química. Quienes venimos del cuarto oscuro lo entendemos perfectamente. Cuando proyectábamos el negativo con la ampliadora teníamos unas máscaras de distintas formas o simplemente nuestras manos para reservar (evitar que una zona se oscureciera más) y quemar (darle más luz para oscurecer la zona). Y con el dodge&burn hacemos exactamente lo mismo, pero de una forma más precisa. Reservas y quemados podríamos utilizarlo en nuestro lenguaje fotográfico digital, pero creo que será difícil, o casi imposible, que se imponga. Si todos nos pusiéramos de acuerdo...
Esta técnica no es nueva, como habréis visto por la traducción que he propuesto. No es una invención de Photoshop. Es una adaptación de un método clásico a un lenguaje digital. Todos los fotógrafos de moda pedían a sus laborantes que aclararan u oscurecieran determinadas zonas de la fotografía, después de interpretar la copia inicial. Queríamos entonces dar más profundidad a la mirada, suavizar arrugas, marcar sombras... Ahora se puede hacer lo mismo pero con una precisión absoluta.
Es el método perfecto para mantener las texturas en la piel y no terminar convirtiendo el retrato de una persona en la fotografía de un maniquí. Las distintas herramientas de Photoshop y similares lo único que hacen es estropear la calidad de la piel. No estoy hablando de quitar un granito, sino de limpiar, por completo, de imperfecciones un rostro. Muchos tenemos dudas de si es ético o no hacerlo, pero es verdad que se podía hacer lo mismo en el laboratorio químico. Pensando así se me quitan parte de las dudas que se me plantean.
Si queréis dar un aspecto profesional a vuestras fotografías hay que olvidarse de bajar Claridad en Adobe Camera RAW o Adobe Lightroom. O algo que se utiliza mucho como remedio casero y rápido que es Desenfoque gaussiano, una de las grandes aberraciones del retoque. Son métodos rápidos y sencillos para quitar arrugas y manchas, y también para desnaturalizar el resultado final. No tiene sentido gastar dinero en un buen objetivo, para luego estropear el resultado final con un filtro mal usado.
Pero contra lo que piensan la mayoría de los aficionados el dodge&burn no sirve para quitar arrugas propiamente dicho. Lo que hace es, a base de mucho trabajo y muchas horas (no exagero nada), es variar la luz de las diferentes texturas que podemos encontrar en la piel, desde los granitos hasta las arrugas, así como manchas en la piel. El objetivo del dodge&burn es homogeneizar la iluminación de la piel e igualar los tonos. Un proceso extremo puede cambiar la iluminación de una fotografía completamente. Pero llevaría tantas horas que no tendría sentido.
Hay varios métodos. Es nuestra obligación decidir cuál nos viene mejor. Todos hacen lo mismo, pero por diferentes caminos. Podemos encontrar por la red los cursillos de Natalia Taffarel, Facundo Moroz, Calvin Hollywood... retocadores que al principio fueron criticados por sus compañeros por enseñar estas técnicas que vamos a ver en estos artículos. Ahora todos los aficionados y profesionales les adoran y llenan sus carísimos cursos. Yo he tenido la suerte de asistir a un curso de Natalia, y pocas veces he aprendido más técnica fotográfica. Veré cómo volcar aquí todo lo que aprendí.
Para trabajar bien con esta técnica es muy importante entender la luz, saber anatomía (va totalmente en serio) y tener un buen monitor para ver cada punto con toda claridad. Y si tenemos una buen tableta gráfica, mejor que mejor, aunque no es imprescindible. La única precaución que hay que tener es trabajar siempre con la imagen al 100%, para ver el detalle pero poder apreciar el conjunto. Mucha gente cree que hace falta trabajar con la fotografía ampliada al 400%, pero te impide hacer una apreciación global.
En el mundo de la moda podemos ver fotos de hermosas modelos realzadas gracias al dodge&burn. Si todavía alguien piensa que esas mujeres y hombres son tan hermosos realmente que se vayan olvidando. Son perfectos, pero necesitan la ayuda de los fotógrafos y los retocadores para ser más cercanos a los dioses. Cualquiera, salvo servidor, podría aparecer en la portada del Vogue gracias a la técnica que vamos a ver aquí.
Aunque ya lo apunté en el artículo anterior, voy a enumerar los requisitos que tiene que cumplir una fotografía para poder trabajarla con esta técnica que me enseñó Natalia Taffarel:
Una vez entendidos los puntos señalados, vamos a ver cómo preparamos nuestra fotografía para someterla al dodge&burn.
La manera más lógica para empezar a retocar una imagen es hacer el mejor disparo posible para evitar muchos retoques posteriores. Hay que vigilar colores, luz, texturas...La fotografía la haremos en formato RAW. Y trabajaremos con los objetos inteligentes para tratar cada zona de la fotografía de manera independiente.
Esto nos lleva a tener en cuenta el equipo con el que vamos a trabajar. Un buen ordenador para esta técnica se da por descontado, dado el tamaño desaforado y la gran cantidad de capas que van a tener las fotografías durante todo el proceso. Se puede, por supuesto, trabajar con un ratón, que debería tener ajustada la velocidad del puntero lo más lenta posible; pero una buena tableta gráfica, como dije anteriormente, es una opción a tener muy en cuenta (la serie Bamboo de Wacom suele bastar). Yo sigo con mi humilde ratón óptico. Veamos los pasos:
[Continuará...]
Fuente: http://altfoto.com
Autor: Fernando Sánchez
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