Aparentemente, la fotografía y el movimiento parecen dos conceptos incompatibles. La fotografía, de hecho, tiene la capacidad de detener el tiempo, y cuando digo detener me refiero no sólo a preservar la escena para la posteridad, sino a dejar estático cualquier elemento que pudiese estar en movimiento en la escena fotografiada.
Sin embargo, existen algunas técnicas y consejos que pueden ayudarte, bien a saber cómo controlar esas tomas con elementos en movimiento, o bien a transmitir ese movimiento que, al menos de inicio, no puede transmitir una fotografía. ¿Quieres conocer estos consejos?
Una de las técnicas más populares para fotografiar objetos en movimiento y conseguir que la fotografía realizada siga transmitiendo toda la velocidad presente en la escena es la denominada técnica de barrido.
El nombre de barrido no es alzar, esta técnica recibe este nombre porque consiste en realizar un barrido de la escena en la dirección del movimiento.
Como podrás imaginar, no se trata de una técnica fácil y requiere bastante paciencia llegar a dominarla y lograr resultados decentes. Debes acompasar muy bien tus movimientos, elegir el tiempo de exposición adecuado en función de la velocidad del sujeto en movimiento, etc.
Eso sí, una vez que te haces con ella, puedes conseguir imágenes realmente impactantes y muy dinámicas. En las que, a pesar de ser una fotografía, se transmite muchísimo movimiento.
¿Quieres probar esta técnica? Descubre cómo llevarla a cabo en este artículo.
Si la técnica anterior parte de una escena con movimiento y pretende que la fotografía transmita el movimiento presente, ahora te traigo una técnica que, a partir de una escena sin movimiento, incluye un movimiento de acercamiento para centrar la atención sobre el objeto fotografiado.
La técnica del zooming se logra, como su propio nombre indica, a través del zoom del objetivo. Usando éste en el trascurso entre la apertura y el cierre del obturador se logra transmitir movimiento en la imagen, pero, sobre todo, centrar la atención en el único objeto de la imagen que no muestra movimiento, el centro de interés
No es una técnica, ni nada parecido. Es simplemente un juego que puede darte un resultado francamente curioso en aquellas escenas en las que el movimiento es un elemento importante de la misma.
Consiste en tomar varias fotografías de un movimiento y, mediante Photoshop, fusionarlas para mostrar las distintas fases por las que había pasado el sujeto a lo largo del movimiento.
¿Por qué no te atreves a probarlo? Pasarás un buen rato y conseguirás un resultado diferente.
La regla del movimiento es una de las reglas básicas de composición y debes tenerla muy en cuenta siempre que vayas a fotografiar objetos en movimiento.
¿Que qué dice esa regla? Muy sencillo: los elementos en movimiento dentro de una fotografía deben “entrar” en la fotografía, es decir, deben estar a uno de los lados de la fotografía, dejando mayor espacio en la dirección y sentido del movimiento.
Si la imagen superior dejase más espacio tras el coche que delante de él, tendríamos la necesidad de imaginar el recorrido a seguir por el coche y la sensación de que la imagen está incompleta o encuadrada de forma deficiente.
Al fotografiar objetos en movimiento, no es fácil poder preparar la toma y lograr un buen resultado a la primera. Por eso, puede venirte bien conocer algunos ajustes que te facilitarán la tarea:
Con estos ajustes, seguro que logras tu propósito y consigues una buena foto con movimiento.
Fuente: Dzoom
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