Fotografía de estudio (II): Configuraciones de iluminación

El día de ayer resolvimos en ALTFoto la duda de uno de nuestros usuarios, quien a través de nuestra cuenta de Twitter nos pidió algunos consejos para comenzar en la fotografía de estudio. Hoy continuamos esta nueva serie con la descripción de un esquema básico de iluminación, y las alteraciones de esta configuración más usadas entre los fotógrafos.

 

Un esquema básico de iluminación para fotografía de estudio comparte muchas características con la disposición de lámpara para televisión o cine, ya que la imagen en movimiento heredó estas técnicas de la fotografía, que a su vez las tomó de la pintura y el teatro. Esta es la razón por la que, al igual que en televisión, la iluminación básica para fotografía consta de tres elementos, que son los siguientes:

  1. Luz principal Es la lámpara más potente, y en fotografía casi siempre se usa con difusores para hacerla más suave; es decir, para evitar sombras y brillos fuertes. Cuando decimos que la fotografía hereda esquemas de iluminación de la pintura, es imposible olvidar la luz Rembrandt, que describe la ubicación clásica de la luz principal. Según esta regla, la lámpara debe estar a 45 grados en horizontal y 45 grados en vertical con respecto al sujeto.

     

  2. Luz de relleno Es una luz de menor intensidad que la principal, y con igual o mayor difuminado, de modo que sea lo más suave posible. Su función es la de eliminar las zonas de penumbra originadas por la intensidad de la luz principal. En realidad, muchos fotógrafos no utilizan otra lámpara para esto, si no que colocan alguna superficie refractante, es decir un rebote, al otro lado del sujeto. Pero este método solo sirve para planos muy cerrados, ya que es efectivo a unos pocos centímetros.

     

  3. Luz de fondo Es una luz de mediana intensidad, que se focaliza y apunta al fondo del encuadre a través de la adición de algún accesorio de iluminación como pantallas de bloqueo o un cono o snoot. Su función es la de compensar la iluminación en la zona de primer plano, de modo que el fondo no se vea demasiado oscuro.

En eso consiste un esquema básico de iluminación de fotografía de estudio. Ahora, hay cientos de variaciones posibles, y cada fotógrafo tiene sus favoritas, al punto que se vuelven casi firmas personales. A continuación, dejamos una lista de las más usuales:

  • Agregar una luz cenital. Una lámpara que desde arriba, apunte directamente a la parte superior del sujeto. Suele utilizarse en la fotografía de retrato, sobre todo con modelos femeninas, ya que aporta brillo al cabello largo. Potencia media-baja, sin difusores, y si es posible con un snoot. El resultado debería ser muy bueno.

  • Utilizar una sola luz, Como para emular completamente a Rembrandt y dejar la mitad del sujeto en las sombras. Si el fondo es también oscuro, estaríamos hablando de fotografía en clave baja, en la que predomina la sombra. Por lo general crea un efecto bastante dramático, sobre todo si la luz se focaliza y/o se desplaza hacia arriba o hacia abajo, de forma que crea sombras alargadas.

  • Usar dos luces de igual intensidad, o lo que es igual, usar dos luces principales, una a cada lado del sujeto. Esto no es aconsejable al hacer retratos, ya que la ausencia de sombras hace que el rostro se vea plano. Sin embargo, bien manejado, es un recurso indispensable para la fotografía de productos.

  • Que la luz principal sea frontal Aunque las fotos tomadas con los flashes internos de las cámaras son el horror de todo fotógrafo de estudio que se respete, este tipo de luz puede resultar interesante. Poco difuminada, como con un difusor de flash de zapata o un beauty dish, se consigue un contraste alto. Además, esa posición de la luz nos hace pensar en fotos improvisadas, espontáneas y hasta cierto punto no consentidas. Es un recurso muy usado en moda

Fuente: AltFoto.com

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