Mucha gente se piensa que para hacerse unas fotos en exterior, y ya ni os cuento en estudio, tienes que ser modelo, tener futuro como tal, buscar trabajo donde prime tu imagen... y nada más lejos
de la realidad. En pleno siglo21 parece ser que muy pocas cosas quedan por inventarse (erroooooor como dirían en el anunco de acierto.com), que siempre se regalan las mismas cosas... por suerte,
no es así. Hay miles y miles de momentos en los que conservar un recuerdo, que lo veas meses y años después y te saquen una sonrisa, que ese sentimiento que tuviste al hacerte esas fotos florezca
de igual manera al verlas en tu sofá, con amigos, con tus hijos, familia... donde quieras y con quieras pero que la piel de gallina vuelva como aquel día.
Nosotros no queremos que pienses que te tienes que casar, que tienes que quedarte embarazada, que tus hijos tienen que bautizarse, que tienen que hacer la comunión... los eventos típicos y no
menos importantes para decidirte a inmortalizar ese día. Vivimos corriendo, sin tiempo a nada, sin poder disfrutad de las pequeñas cosas que luego son para nosotros y nuestra mente... vamos de
aquí para allá día tras día, semana tras semanas, mes tras mes, año tras año y llega un momento en que nos paramos a pensar y seguro que hubieramos queridos tener algo especial de esa vez que te
reiste tanto con tus amigos, de esa vez en que tu pequeño vivía sus primeros mesesde vida, de esa vez en que cumpliste tu primer aniversario con tu pareja o que demonios, de esos meses en que te
sentías súper bien contigo mismo.
No solo hay gente dedicada a la imagen que reguntan por un book, cada vez la mente humana se abre más y quiere vivir esa experiencia de sentirse modelo por un día, de tener para siempre un
recuerdo de miles de momentos que forman tu mundo, de ser algo más original que los demás y siempre con un profesional que sepa captar ese momento concreto.
Sabemos que muchos os da vergüenza, que la primera frase que nos decís es la de "yo no salgo bien en las fotos", "yo no sé posar", "yo no, yo no...". El no hay que desterrarlo y os ayudamos a
relajaros, a que estéis agusto, a que la experiencia sea eso, una experiencia para recordar y contar y no un castigo. Contarnos, hablarnos, saber de vosotros nos ayuda a nosotros a ver ese halo
que os rodea e impregna vuestras fotos y a vosotros a soltar esa tensión de "ay, una foto qué vergüenza Dios mio".
¿Sabes de esa persona a la que la gustaría este tipo de experiencia? ¿de esa persona a la que se le acerca un gran día para ella o él?... ¡regálale un book! Sorprende a tu pareja, ¡haceros un book! en exterior o en estudio. Ser madre es lo que te
cambia tú vida, y esos recuerdos no se te ovidarán jamás, pero vivirlo no es lo mismo que enseñarlo para que los demás o incluso ese pequeño que llevas dentro vean los recuerdos de esos meses.
Verlos crecer, vivir... incluso hay gente que les hace un book anual para tener su evolución. La fotografía a tus hijos puede ser uno de los mejores tesoros que tengas.
¿En qué consiste una de nuestras sesiones? toda clase de pruebas maquiavélicas vaís a hacer... ¡que no! que todo es más fácil que eso. Si queréis fuera, elegís vosotros el sitio, un parque, el
centro de la ciudad, un monumento que signifique algo para vosotros, el campo... ya por el momento váis a estar en un lugar en el os sentiréis agusto y por el que caminaréis, como si fuera una
tarde normal hablando de vuestras cosas mientras las fotos irán saliendo sin que os déis cuenta. ¿Que os pediremos que paréis en algún momento para sentaros o colocaros en algún sitio? por su
puesto, pero siempre de forma sencilla y natural para que ese "yo no sé posar" no salga de vuestra boca. Tú solo, con amigos, en pareja, en familia, solo tus hijos, con mascotas (ayyyyy, ¡lo que
nos gusta una mascota!)... ¡no habrá opciones! las que quieras y más. Casi dos horitas para captar ese halo especial que todos tenéis. ¿Y en estudio? estaréis en un pequeño escenario con dos
focos y nuestra cámara fijos en vosotros, ¿a que suena a interrogatrio del FBI? nada más lejos de la realidad, todo el mundo al final nos dice que ni se da cuenta y el tiempo pasa volando entre
muecas, saltos, conffeti, risas... ¡llega un momento en que os tengo que decir que paréis de posar! y entre foto y foto ponemos un pequeño "picoteo" con refrescos y canapés o bollitos para que
ese mal trago del principio vaya pasando con un buen sabor de boca. Y es que lo desconocido siempre nos da reparo y si ya tenemos un par de focos y personas mirándonos no os quiero ni contar,
porque ¿os cuento un secreto?... yo odio que me hagan fotos, pero shhhhh, es nuestro pequeño secreto entre nosotros.
Animaros a vivir una experiencia que recordaréis siempre, un momento que no se os olvidará. Haced algo original y pedir una sesión de fotos con nosotros. ;)
Fotografías y video hechos por nanozamora.com durante las sesiones
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